El Mercurio
El antropólogo presentó su renuncia a la dirección del Museo Histórico Nacional. Sin embargo, defiende la curatoría de la controversial muestra "Hijos de la Libertad".
Por IÑIGO DÍAZ
Por segundo día consecutivo desde que se le solicitó la renuncia, el nombre de Pablo Andrade permanecía aún en los créditos del sitio web del Museo Histórico Nacional (MHN) como su director. Ayer por la mañana, el antropólogo presentó su carta de desvinculación al subsecretario del Patrimonio Cultural, Emilio de la Cerda, poniendo fin a dos años en el cargo.
Su cese de funciones fue consecuencia directa de la polémica que estalló esta semana a través de redes sociales, donde visitantes a la exposición "Hijos de la Libertad: 200 años de Independencia" -abierta desde el 5 de abril- criticaron la presencia del general Pinochet en un panel dedicado a personajes de la historia republicana. Bajo su imagen figuraba una frase acerca de la libertad atribuida a él, que generó ambigüedad al no presentarse entrecomillas como una cita.
Esa controversia llevó a la ministra de Cultura, Alejandra Pérez, a solicitar la renuncia y de paso cancelar de inmediato la exposición. Ayer, la secretaria de Estado señaló a "El Mercurio" que no había visitado la muestra, aunque sí había solicitado los contenidos una vez instalada la polémica. Además, pidió a Andrade que "aclarara lo sucedido", pero el director "no lo hizo".
"En lo personal, yo no esperaba una defensa. Entiendo el impacto político que pueda haber generado y que se me solicitara la renuncia voluntaria, pero es interesante ver si esto pasó rápido o no. En otros círculos se ha dicho que esto tiene que ver con (el robo) de la espada de Bulnes. Se han dicho millones de cosas", dice Andrade.
Tensión en las redes
El ex director, de paso, reconoce la indeterminación en la que se cayó en la presentación de la muestra, pero defiende el enfoque de la curatoría elaborada por el equipo: "Se generó una polémica por un error. No en lo conceptual, sino en cómo se trató una parte de la museografía. Debimos ser más evidentes, porque efectivamente nuestro error fue que la muestra era muy ambigua: parte de la interpretación que se hizo fue que esto era prácticamente un tributo a Pinochet, y esa nunca fue la intención", señala Andrade. Advierte que la tensión en las redes sociales ha llevado, incluso, a que algunos lo tilden de "pinochetista": "nada más alejado de eso". Además, denuncia que "se ha publicado mi dirección para ir a funarme. Por redes sociales he tenido hasta amenazas".
El equipo del Museo Histórico se encontraba este miércoles por la mañana reunido, con el fin de ejecutar una optimización de la muestra, dadas las críticas que venía recibiendo "Hijos de la Libertad" desde mediados de abril. En ese momento se encontraban, cuando Andrade recibió el llamado de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural.
"Hay que partir de la base de que todas nuestras exposiciones son perfectibles. Siempre las evaluamos y hemos podido ir mejorando ese proceso; pero claro, aún falta mucho que trabajar en ese ámbito. Hay un tema museográfico que lo vimos y nos arriesgamos, y bueno... ya está".
-¿Qué buscaba la curatoría, específicamente?
"Conflictuar nuestra historia a partir del presente, no para generar conflicto, sino para generar una discusión (respecto de la libertad) y mostrar formas de entender la historia desde otras perspectivas. Lo que uno busca es que pase algo, que se mueva y que conmueva, que se reflexione. Más que la gente sepa fechas o se mitifiquen personajes. Todo lo contrario: queremos romper con la tradición del héroe del museo".
-Las otras dos muestras del Bicentenario están ahora en observación.
"Eso me duele, porque va a tener un corte muy fuerte. Veníamos trabajando muy bien. Me parece terrible que se corte la programación de las otras exposiciones, porque veníamos trabajando muy bien en eso".
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