lunes, mayo 07, 2018

El cuarteto barroco Helios entra en la escena musical

El Mercurio

Integrado por Raúl Orellana, Esperanza Restucci, Luciano Taulis y Camilo Brandi, el conjunto estrena este miércoles una original "Gala Barroca". 

Por Romina de la Sotta Donoso

Raúl Orellana es el más reconocido violinista barroco del país. Integra los ensambles Les Carillons y Terra Australis, y es concertino de la Orquesta Barroca Nuevo Mundo. Pero también dedica varios meses al año a giras internacionales, porque es el primer violín del mundialmente famoso Ensemble Artaserse, del contratenor francés Philippe Jaroussky.

Sin embargo, aún tiene energía para un nuevo proyecto musical. Y hace seis años con la soprano Esperanza Restucci, el violista da gamba Luciano Taulis y el clavecinista Camilo Brandi, fundaron Helios, cuarteto de música barroca. "Nos inspiró la idea de un sol que nos guía", dice Raúl Orellana. "Con Luciano y Camilo venimos tocando hace muchos años, entonces tenemos una complicidad muy fina; basta que nos miremos y sabemos qué queremos hacer musicalmente. Y ahora con Esperanza estamos apuntando a la calidad y a ofrecer más que un concierto", agrega.

"Estamos buscando nuevas formas de presentar la música de cámara, haciendo confluir la música, la pintura, la arquitectura, para así hacer vivir el Barroco de forma contemporánea, en un escenario del siglo XXI", explica Esperanza Restucci.

Esta cantante cuenta que después de especializase en lied alemán en Weimar, "en 2012 conocí a Raúl y Luciano, y empecé a meterme en este estilo de manera intuitiva y con clases magistrales". Antes se había dedicado a la música de raíz latinoamericana, el folclor y el pop.

El nuevo espectáculo de Helios se llama "Gala Barroca" y lo presentarán este miércoles, en el Teatro Nescafé (Manuel Montt 032, 20:30 horas, desde $6 mil).

La propuesta escénica de Liú Marino se traducirá en una atmósfera que tiene como eje central la pintura "La fiesta de Yaksha", de Guillermo Lorca. "Vamos a estrenar ese cuadro que nunca ha salido del taller, con una impresión gigante, de 5 metros por 9. El lenguaje de Guillermo está muy vinculado con el Barroco, por el concepto del claroscuro y porque ilumina de derecha a izquierda, algo que es muy rembrandtiano", asegura Restucci, y revela que el vestido que ella usará, que fue diseñado por Lupe Gajardo, se inspira también en Lorca.

Eligieron repertorio de los siglos XVII y XVIII; obras de Vivaldi, Haendel y Caldara, y sumarán dos violines, una viola y un contrabajo invitados. "Este programa se centra en Vivaldi y está dividido en obras para violín y orquesta, y arias para soprano, la mayoría de las cuales se inspiran en la mitología griega, donde es muy importante el vínculo que quiere establecer un ser terrenal con un ser superior", dice Restucci.

Orellana reconoce que no es común en la escena local que la voz de un conjunto barroco sea femenina, pero que es históricamente correcto: "Antes, las partes altas de la música la interpretaban sopranistas hombres o niños, pero la Contrarreforma, que fue el artífice del Barroco, permitió que las mujeres cantaran en la iglesia".

Y así fue, cuenta, que en las partituras del primer Barroco donde se indica "soprano" crecen las alternativas: "Puedes tocarlo en violín, cornetto o flauta dulce, pero también puede ser un niño, un castrado o una mujer, igual como donde dice 'bajo' puedes usar violonchelo, trombón o viola baja. Lo importante es que la instrumentación que elijas sea armónica y estilísticamente correcto, que no falte nada", cierra el violinista.

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